Es tiempo de fresas, son tantas propiedades que tienen y son tan sabrosas que mi imaginación se dispara creando recetas. Esta vez os traigo una receta de reutilización de esas fresas que ya no tienen tanta frescura.
Con las fresas puedes hacer muchas cosas, desde mermeladas, compotas, zumos hasta postres o comerlas frescas. Pero en esta ocasión vamos a hacer una sopa. Tenía a mano un bote de pimientos rojos asados y pensé que la combinación podría ser perfecta.
Cuando se lo propuse a mi familia, no les gustó tanto la idea, así que tuve que hacerla por sorpresa. ¡Y vaya, no sobró nada!
El sabor es similar a una sopa de tomate: Ácido y dulce al mismo tiempo. Si te gusta una sopa cremosa, puedes añadir leche de coco o crema fresca. El toque de vinagre balsámico le da profundidad y la miel completa el equilibrio. Lo que destaca en esta sopa es que no se siente la presencia de las fresas, solo le da un toque. Por último, es una sopa deliciosa, con aspecto delicado, lo suficiente para mantener la atención y curiosidad invitados.
Siempre es divertido tener anécdotas que contar en la mesa con tus comensales.
Esas leyendas que tanto me gustan.
La fresa era de consumo habitual en la antigua Roma. Éste fruto en efecto solía coincidir con las fiestas en honor de Adonis. Dice la leyenda que a su muerte, Venus lloró copiosas lágrimas, que cuando cayeron a la tierra se transformaron en pequeños corazones rojos: las hermosas y perfumadas fresas.
La historia nos lleva a Madame Tallien, una figura importante en la Corte del Emperador Napoleón. Madame Tallien ganó gran fama por bañarse en zumo de fresas frescas. Gastaba 22 libras en aquella época por cada baño; ¡menos mal que parece que no se bañaba diariamente!
En algunas zonas de Baviera, todavía existe una práctica común que se hace cada año, a la llegada de la primavera: el rito consiste en amarrar canastas pequeñas con fresas silvestres a los cuernos de su ganado (vacas y toros) como una ofrenda a los duendes. Se cree que los duendes, que adoran las fresas, les ayudarán a producir ganado sano y abundancia de leche a cambio.
Notas: Puede asar los pimientos en casa si lo desea. Una manera fácil de hacer esto es asarlo al horno a 200 grados C. Quite la semilla de los pimientos antes de asar y coloque la piel hacia arriba en una bandeja apta para el horno. Hornear durante unos 30 minutos o hasta que se ablanden. Retirar la piel antes de hacer la receta
He de decir que lo he hecho expresamente esta receta con fresas para participar en el concurso de Fresas de Europa #IConcursoFresasdeEuropa, espero que os guste!
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